El caballo, un animal de trabajo
En el siglo 19 los caballos fuertes eran indispensables para trabajar en el campo, así como para el transporte de viajeros y de mercancías. Para los campesinos de subsistencia, tener un caballo significaba aumentar la eficiencia del trabajo en la tierra de labor, en el bosque o en otras tareas exigentes. El caballo trabajaba de la mañana a la noche. El caballo era un capital importante y una gran ayuda en el trabajo. Para el dueño era indispensable colaborar bien con el caballo y cuidar de su salud. Quien no disponía de un caballo utilizaba vacas o bueyes para el arado o, en su defecto, su propia fuerza